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Psicólogos Moron

Lic. Barey Maria Laura  -Psicologa UBA-
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-Psicóloga- Lic. Barey Maria Laura

"Dad palabras al dolor, la pena que no habla cuchichea al corazón demasiado cargado y lo invita a romperse" William Shakespeare

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ESSENTIA Red De Atención Psicológica

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¿Cuándo consultar con un psicólogo?

Consultar con un psicólogo es una decisión y es la primera percepción de que “solo no se puede”.
Hay todo un mito alrededor del hecho de ir al psicólogo…”eso es para los locos y yo no lo estoy”.
Podríamos decir que hay tres grandes motivos para consultar.
Los tres encierran la percepción de que algo en nuestra vida no esta funcionando como siempre, hay un desorden en un equilibrio anterior y comprobamos que la manera de resolverlo ya no funciona.

Desarrollo personal:
Son aquellas situaciones donde lo que esta en juego es un cambio, situaciones nuevas para afrontar que plantean decisiones y una puesta en juego de un aspecto de la identidad.
Algunas situaciones implican un esfuerzo mayor para adaptarnos satisfactoriamente y podemos sentir que necesitamos de una ayuda para tomar ciertas decisiones o para dirigir nuestras acciones de acuerdo a los objetivos que nos hemos planteado a futuro.

Casarse, elegir una profesión, recibirse, irse de casa, un cambio de trabajo… todo esto puede generar confusión, ansiedad, indecisión y miedo a equivocarse.
Muchas veces el apoyo que nos dan las personas más cercanas parece insuficiente o “teñido” por miradas y experiencias personales.
La consulta con un psicólogo puede ayudar a percibir qué es exactamente lo que nos confunde y porqué, cuales son los temores que hay en juego y a redescubrir los recursos que cada persona tiene para abordar esas nuevas situaciones.

Crisis vitales:
Son aquellas situaciones esperables que ocurren generalmente en la vida pero que cuando llegan uno puede no sentirse preparado para sobrellevarlas.

La adolescencia con todas sus contrariedades, que los hijos se vayan de casa, separación de una pareja, la maternidad o paternidad, la adultez media, la vejez, la muerte de los padres o amigos queridos, la jubilación, la viudez.
Estas situaciones encierran un profundo cambio y un profundo dolor por la etapa que se fue y la incertidumbre por lo que vendrá y la ayuda de un psicólogo puede ser efectiva para sobrellevar, contener y elaborar el estado de vulnerabilidad en que se encuentra la persona.

Situaciones críticas:
Son situaciones variadas que pueden implicar un gran sufrimiento y malestar emocional que la persona siente que no puede evitar y que no sabe como resolverlo y que comienza a limitar su vida cotidiana.
Otras veces ocurre que la persona ya se ha limitado pero se “acostumbro” y la incomodidad viene porque su familia o amigos le hacen reclamos o le subrayan “no estas bien, ya no sos como antes”.

El negro o el gris tiñen frecuentemente nuestros pensamientos y nos vemos incapaces de encontrar algo positivo en nuestras vivencias cotidianas.
Todo a nuestro alrededor lo percibimos amenazante y nos sentimos solos, incomprendidos o desatendidos.
Pensamos que la desgracia se ha cebado en nosotros y comenzamos a asumir que todo nos sale mal y que las cosas no van a cambiar.
Estamos amenazados por miedos que nos impiden salir a la calle, relacionarnos con otras personas, permanecer en un sitio cerrado, hablar en público, viajar, etc.. Es decir, cuando el temor o la inseguridad nos impiden desarrollar nuestras habilidades y disfrutar de personas, animales y cosas que nos rodean.
La obsesión por padecer graves enfermedades o contagiarnos de ellas nos lleva a conductas extrañas y repetitivas, de las que no podemos prescindir sin que su ausencia nos genere ansiedad.
Nos sentimos "con los nervios rotos" y casi cualquier situación hace que perdamos el control y sólo sepamos responder con agresividad o con un llanto inconsolable.
Nos damos cuenta de que fumar, beber o consumir cualquier otra droga, apostar..., se ha convertido en una adicción de la que no sabemos salir y que genera perjuicios importantes en nuestra vida o en la que de quienes nos rodean.
El estrés empieza a mostrarse a través de sus síntomas psicosomáticos: insomnio, problemas digestivos, cardiovasculares, sexuales......
La ansiedad es una constante diaria, que impide la estabilidad y serenidad necesarias para mantener un pensamiento positivo, una conducta tranquila y el goce de los pequeños placeres cotidianos.
Los silencios, los desplantes o los gritos sustituyen al diálogo, y los problemas de comunicación enturbian nuestra relación con los demás.
Las dificultades sexuales afloran y vivimos la angustia que causan la impotencia, la falta de deseo o de sensaciones eróticas y, sobre todo, la imposibilidad de gozo y comunicación con la persona destinataria de nuestro amor.

El psicólogo ofrece un espacio para hablar de lo que nos aqueja y una escucha atenta y vaciada de prejuicios, para que la persona se sienta libre de decir lo que quiera y pueda expresar sus más profundos sentimientos.
Permite que la persona “se escuche a si mismo”, pueda cuestionar algunas ideas o conductas y revisar su historia personal para crear una nueva versión, descubriendo una manera de hacer algo distinto para promover su bienestar.
Hablar es ya una manera de elaborar lo que nos pasa.

Lic. Barey María Laura

Para pensar...

"Quien dispone de un para qué vivir es capaz de soportar casi cualquier cómo."

Nietzsche

"Todos somos libres y responsables de hacer algo distinto de lo que hicieron con uno"

Anónimo

"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros los que las jugamos"

Arthur Schopenhauer


"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo"

Albert Einstein


"El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene."

Ralph Emerson